Un día en la clínica móvil, en Kynian

Buenos días a todos, ¿cómo van las vacaciones? Por las respuestas que estoy recibiendo, creo que andamos todos en diferentes lugares... ¡Eso está bien! Después del duro trabajo, ahora viene el merecido descanso. Nosotros por aquí no estamops de vacaciones aún, pero que sepáis que ellos (los niños) tienen vacaciones ahora en agosto, así que como los pokot son semi-nómadas pues volverán a sus lugares de residencia (en medio del bosque, en la sabana) con sus familias.
Hoy os quería traer el trabajo que realizan aquí desde hace más de 20 años, es la clínica móvil. Con una ambulancia (en la que vamos seis personas y todo el material médico) nos movemos por el valle todos los días del mes. Las distancias son muy diferentes, la foto que podéis ver es Kynian, son unos 40 km en tiempo africano (es decir, unas dos horas y media de viaje). El personal está compuesto por: el conductor (y yo) que hacemos el registro de los niños recién nacidos y las vacunas que van a recibir, además de las pre-mamás y los enfermos de todo tipo; una enfermera que atiende a las mamás y a los niños; una de las hermanas que está con las embarazadas; un técnico de laboratorio que, con un microscopio manual, toma muestras y analiza los casos; un técnico de enfermero que vacuna. Entre todos atendimos a 40 mamás con sus bebés, 3 hombres enfermos y 4 pre-mamás (de una media de 13 años). Fue una clínica con muy poquita gente. Estuvimos 5 horas de viaje y 2 horas trabajando.
En un primer momento, se trabaja con ellas la formación-sensbilización. Durante la primera media hora aproximadamente, se les explican los medicamentos que se les van a poner, la importancia de utilizar redes anti-mosquitos para la malaria, la necesidad de la inmunización, de aseo personal para prevenir el cólera, la potabilización del agua... ellas escuchan muy atentamentamente. Además ese día, el gobierno municipal nos había regalado unas sodas y unas bolsas con pan que repartimos entre todos los presentes, algunas personas es lo único que iban a comer ese día. Tras ese primer momento de formación, se les dan a los niños vitaminas (en la foto podéis ver cómo un niño se toma la vitamina) y después atendemos a las mamás y a los bebés. Es una experiencia única, todo esto se lleva a cabo en mitad de ninguna parte, a la sombra de un gran árbol que cobije del sol. ¡¡Es impresionante!!
Espero que os hayáis hecho a la idea de la importancia de este magnífico y arduo trabajo sanitario que es la única posibilidad de paliar las enfermedades que amenazan el entorno (malaria, mortalidad infantil, mutilzación genital femenina, cólera...). El Proyecto Clínico Móvil lleva en Esat Pokot más de 20 años y aún sólo llegan a 15 poblaciones diferentes, este proyecto está funcionando pero necesitan mucho más. ¡Aunque es increíble que con tan pocos medios puedan llegar a tanta gente!
Un besito muy afectivo desde Pokot.